Barbijos, tapabocas, mascarillas y hasta videollamadas han puesto en evidencia nuestras miradas. A través de la mirada se pueden transmitir sentimientos, emociones y estados de ánimo, pero también se ponen de manifiesto el estado de la piel y el estilo de vida de la persona (cansancio, falta de sueño, envejecimiento, mala alimentación, estrés, etc).
👀En la zona ocular concurren una serie de factores anatómicos y fisiológicos que hacen de ella un área extremadamente frágil y sensible y, por lo tanto, susceptible de generar una amplia variedad de problemas estéticos.
La piel que conforma lo que se conoce coloquialmente como «contorno de ojos» es mucho más fina que la del resto de la cara y el cuerpo, tiene muy pocas glándulas sebáceas y se distiende con mucha facilidad. Esto ocurre en una zona en la que hay 22 músculos periorbitales, que están en permanente actividad debido al pestañeo y al resto de movimientos oculares.
🧪Algunos de los activos más elegidos para el contorno de ojos son: ácido hialurónico, urea, alantoína, manteca de karité, retinol, vitamina C y E.
Para reforzar el impacto de la mirada, la estética moderna también incluye la permanente de pestañas y cejas, quienes cumplen una función de enmarcar y destacar la mirada.
La equilibrada combinación entre el cuidado e integridad de la piel periocular y tratamientos estéticos como cejas y pestañas constituyen, sin lugar a dudas, un elemento clave en la imagen final de la persona.
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